1. Planificación personalizada
Escucho tus necesidades y prioridades, visito la vivienda y planteo una propuesta realista y funcional.
Si has comprado un piso de segunda mano o tu vivienda ya no se adapta a tus necesidades, probablemente estés valorando una reforma integral. Y sí, puede dar vértigo: muchas decisiones, miedo a los retrasos, al presupuesto que se dispara…
Como profesional autónomo, me encargo de coordinar y ejecutar cada parte de la obra. Tú hablas conmigo, no con una cadena de intermediarios. Así el proceso será más claro, más rápido y con mayor control.
1. Planificación personalizada
Escucho tus necesidades y prioridades, visito la vivienda y planteo una propuesta realista y funcional.
2. Presupuesto completo y transparente
Con todos los detalles de materiales, tiempos y costes. Así sabes en qué se invierte cada parte.
3. Ejecución ordenada y sin demoras
Organizo cada fase de la reforma para que fluya sin retrasos innecesarios. Tú estarás siempre informado y el control lo llevamos entre los dos.
4. Comprobación final y ajustes
Al terminar, revisamos juntos todo el trabajo. Hacemos los últimos retoques si hace falta y nos aseguramos de que estés 100% satisfecho con el resultado.
Desde el primer contacto hasta el final de la obra, hablas siempre conmigo. Sin comerciales ni subcontratas.
Al centralizar el trabajo, los tiempos se respetan y las decisiones se toman rápido y con sentido común.
No delego en terceros: soy quien ejecuta y se responsabiliza de cada detalle. Eso se nota en el resultado final.
Sé lo importante que es tener claridad desde el principio.
Por eso ofrezco presupuestos ajustados a la realidad del proyecto, sin costes ocultos y con opciones adaptadas a tus necesidades.
Una reforma no debería alargarse indefinidamente.
Me comprometo con los plazos pactados para que puedas disfrutar de tu vivienda renovada sin demoras ni imprevistos.