1. Visita y asesoramiento
Compruebo el estado actual del suelo, escucho tus necesidades y te propongo las mejores opciones.
Cambiar el suelo es una de las formas más efectivas de renovar una vivienda. Pero no es solo una cuestión estética: también importan aspectos como la resistencia, el tipo de uso, el mantenimiento o el aislamiento.
Te asesoro personalmente para elegir el tipo de suelo que mejor se adapta a tu casa y a tu día a día. Además, me encargo de la instalación completa, con orden, limpieza y sin complicaciones.
1. Visita y asesoramiento
Compruebo el estado actual del suelo, escucho tus necesidades y te propongo las mejores opciones.
2. Presupuesto ajustado y cerrado
Te entrego un presupuesto claro, con materiales incluidos o separados, según lo que prefieras.
3. Instalación rápida y profesional
Me encargo de todo: desde la preparación del soporte hasta los acabados. Siempre respetando los plazos acordados.
Desde el primer contacto hasta el final de la obra, hablas siempre conmigo. Sin comerciales ni subcontratas.
Al centralizar el trabajo, los tiempos se respetan y las decisiones se toman rápido y con sentido común.
No delego en terceros: soy quien ejecuta y se responsabiliza de cada detalle. Eso se nota en el resultado final.
Sé lo importante que es tener claridad desde el principio.
Por eso ofrezco presupuestos ajustados a la realidad del proyecto, sin costes ocultos y con opciones adaptadas a tus necesidades.
Una reforma no debería alargarse indefinidamente.
Me comprometo con los plazos pactados para que puedas disfrutar de tu vivienda renovada sin demoras ni imprevistos.